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EL FENÓMENO GANDÍA SHORE

El 14 de octubre de 2012 se estrenó Gandía Shore, un programa de telerrealidad, que llega a España de la mano de la cadena MTV, tras su éxito en otros países como Estados Unidos e Inglaterra. El reality show se desarrolla en Gandía, durante el verano, y sigue la vida cotidiana de ocho jóvenes que pasan el verano viviendo juntos.
MTV España y la productora Magnolia TV trasladan este formato a España, tras la buena acogida de la versión estadounidense, Jersey Shore, que tras seis temporadas obtuvo un promedio de audiencia de 5,45 millones de espectadores. El programa buscaba "hombres y mujeres de 18 a 27 años cañeros y con chispa" y "jóvenes explosivos, guapos y con cuerpazo que tengan ganas de fiesta, sean espontáneos, ligones y divertidos". Este fue el resultado:

 

El reality show consigue un 4,8% de cuota de pantalla en su primer episodio

Gandía Shore consiguió  el mejor estreno en la historia de MTV España con casi un millón de espectadores y un share del 4,8 %. En las siguientes emisiones el número de espectadores bajó, pero la gran presencia  del reality en las redes sociales, le ha permitido mantenerse con una amplia audiencia. Gracias a las buenas cuotas de pantallas MTV España prepara ya una segunda temporada que posiblemente se desarrolle en Punta Cana.
Llegados a este punto cabe preguntarse sobre el éxito de un formato como este que traslada unos valores a la sociedad, y en concreto a los jóvenes, bastante cuestionables. La popularidad de estos ocho personajes se vertebra entorno a dos pilares: su cuerpo y su capacidad para salir de fiesta y emborracharse.
MTV se ha dedicado a vender el cuerpo como modo de triunfar en la vida.  El éxito, las conquistas amorosas y el dinero están reservados para los que pasan el día en el gimnasio y la sauna, y no han leído un libro en su vida. Llama bastante la atención el anuncio promocional de uno de los concursantes, Esteban, que se dedica a taladrar clásicos de la literatura, como Tolstoi o Cortázar, sin saber, seguramente, ni de quienes se trata.

No toda la culpa es de MTV. Otros programas de terrealidad como Hombres, Mujeres y Viceversa, de Telecinco, venden este ideal estético basado en los cuerpos perfectamente esculpidos y la falta de cultura como motivo de orgullo.
Esta estética  que se impone en la televisión, muchas veces al borde de la anorexia, sobretodo en el caso de las mujeres, a quien más afecta es a los jóvenes. Cuanto más ven al personaje de turno llevarse a las mujeres porque tener los pectorales más grandes y el comportamiento más estúpido, más repiten estas conductas. Las consecuencias solo pueden ser negativas.
Es necesario plantearse el futuro, por un lado de la televisión, y por el otro de los jóvenes que consumen en estos momentos estos formatos. El espectáculo ha tomado la televisión. Cada vez se reducen más las horas de programas educativos, informativos y de interés cultural y se sustituyen por otros basados en la frivolidad, la superficialidad y el morbo. El resultado, sino hay un cambio significativo, aspirar a participar en uno de estos reality shows y llegar a ser portada de Interviú.

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